"Creer o reventar", RR Orquesta (2016)



Hallo Spaceboy


"-Fue en un recital en La Falda que dijiste, “¿Por qué no van y le tiran cosas a la policía si son tan malos?”, no?
-Al gobierno, “¿Por qué no le tiran cosas a la casa de gobierno?”. Fue genial, se quedaron mudos por un momento y a los pocos segundos dijeron: “¿Y este quién se cree que es que nos viene a decir qué hacer?”, y ahí nomás fue peor (risas)..." (Entrevista a Daniel Melero en el diario Los Andes, 15 de febrero de 2015). 


Por Franco Ruiz

Las percusiones mínimas, digitales, sumadas a las cuerdas sintetizadas y los acordes de piano del inicio rememoran a OMD, cuadros de una filmación ambientada en los 80, pero producida desde una perspectiva actual; en palabras de la escritora Lola Arias, "posnuclear".


"Pude ver la tierra oscura y hasta deleitarme/ es que me va el dolor/ me va el dolor", expresa Rudie Martínez (ex Víctimas del Baile, Audioperú, San Martín Vampire, Adicta) en el tema que abre el álbum, "Bienvenidos al mundo". Y en un pasaje intermedio suelta: "Y abrázame fuerte y no mires atrás/ que el mundo se ha puesto fatal". Finalmente la trama se vuelve compleja, aparecen remolinos de baterías acústicas, trabadas, bajos puntiagudos, voces sampleadas, y un ostinato de bronces sintetizados que se sostiene hasta el final.


En plan tecnopop (PSB, el primer Depeche Mode) y guiños al italo disco -carne de cañón de Melero en Los Encargados-, siguen "Tengo que gritar", con claps cortantes, bajos octavados y voces in crescendo -ideal para la montaña rusa-; y la inspirada "El príncipe", con versos inquietantes ("Brindo por llegar/ brindo por perder") y un rap a cargo de Kobra Kei.




La cartesiana "No y no y no" es uno de los puntos altos, con un beat sensual y un synthbass quebrado, monótono y teutón. "Dejo de temblar por una hora/ y justo me decís que me abandonas/ salgo a caminar contra Corrientes/ y hay un cartel que dice que mi amor no es suficiente", estiletea Rudie. 

Tras la disolución de Adicta -como se dijo en Reverberancias, la última banda lúcida del pop argentino- la fresca irrupción de RR Orquesta le devuelve al panorama del rock local un ideario libertario, que la banda recupera del synthpop de los 80, una ética y una estética donde todo es posible, incluso, romper con las expectativas del oyente.





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