Peligrosos Gorriones

Una banda de culto
*Por Franco Ruiz

La indocilidad frente al canon, la independencia y la experimentación hicieron de Peligrosos Gorriones una banda de culto. De hecho, en plena "fiesta" menemista demostraron que defendiendo los ideales, también se puede ser uno mismo.

Los '90 reclamaban una sensibilidad más dura. Por eso, no está mal pensar que los Gorriones trascendieron, justamente, por la potencia filogrunge que descargaban en vivo.

"Del primer disco al segundo tuvimos un quiebre grosso, que tuvo que ver con la estructura con la que está formado todo el espectáculo hoy. Nos vimos con obligaciones en el ámbito empresarial y de marketing, que los Gorriones no estaban dispuestos a transar", explicó recientemente Bochatón en una entrevista con Radio Provincia.

"Cuando hicimos 'Fuga' nos cagamos en todo, y fue jodido, porque no hubo una respuesta favorable de ningún lado, ni del público ni de las empresas. Gorriones dejó de funcionar como producto", confió el cantante: "pero a mí me empezó a interesar Peligrosos Gorriones a partir del segundo disco".

Pero en reserva, los propios músicos asumen que no se "bancaron" la presión de ser "importantes"; y que no respondieron a las expectativas del mercado -aunque sí a las propias. Hay quienes sostienen, además, que eran muy raros para el mainstream; y que no volvieron a tener un hit como "Escafandra".

Poco parece importarles: "si a los shows no va nadie, no importa" disparó Bochatón. "Los Gorriones están más allá de eso", consideró el músico.
*Análisis publicado en el Suplemento Joven de EL DIA acá

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