La Plata `99

Contrariamente a la ligereza ética y estética que proponía el menemismo, y a un costado del Nuevo Rock, una decena de bandas platenses plasmó en un CD, titulado La Plata `99, un mensaje sumamente innovador para la época, y que, fiel a la escuela platense, superponía cierta oposición al gusto cristalizado, con el afán por las melodías pop, certeras y reconocibles.

En esa ambivalencia, cara al zeitgest de La Plata, gira el disco, que fue editado en 1997. Tanto el título, como la portada, con dos agentes de la montada recorriendo las calles desiertas de la Ciudad, ironizan sobre la polémica Ley de Nocturnidad, decretada por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde. Ese año, un grafitti sobre la calle 60 decía "Chicos a la cama", también como forma de protesta contra ese decreto, que buscaba reprimir con mayor eficacia el delito y el descontrol.

Es que los 90 fueron años de excesos. La paridad peso-dólar permitió a los músicos no sólo comprar equipos de primeras marcas (¿quién no tenía una Fender?), sino conseguir, por una módica suma, todo tipo de sustancias. El neoliberalismo y la exclusión tampoco ayudaban a no volcarse a la autodestrucción.

 "La Plata..." no logró su objetivo de máxima: que las bandas que aparecían en el compilado pudiesen cruzar la calle 32 y trascender en capital federal. Sin embargo, el trabajo discográfico quedó como un testimonio invalorable de los 90 (aparecen allí muchas bandas que nunca llegaron a grabar en CD). Quedaron afuera muchas otras, como Estelares, Guasones, Sacrilegio Voodoo, Falso Primer Ministro. Pero, en líneas generales, la elección fue acertada.

Allí está el electro-groove de Víctimas del Baile -luego Aeroperú (y después Audioperú)-, una banda que si bien no alcanzó el reconocimiento masivo, fue importante a nivel global, con letras disparadas desde una impronta queer, guitarras hirientes, y beats infecciosos, entre The Shamen y los Pet Shop Boys. Fueron, sin dudas, dignos herederos de Virus. Hoy, Rudie Martínez integra Adicta, junto a Ciudadano Toto (ex Increíbles Ciudadanos Vivientes) y Alf Calvelo es un exitoso productor.

Los extintos Mister America abren fuego con el hit "Yo no soy tu gurú" (incluido en el disco "Con el agua al cuello"), y el clásico riff de saxofón, ejecutado por Federico Jaureguiberry, es una de las perlas del compilado, junto al histrionismo bowiesco de Gustavo Astarita. El proto-punk de Las Canoplas aparece como un justo homenaje a una de las bandas pilares del rock platense.

El dark-sónico de Siempre Lucrecia (hoy Federico Kempff lleva adelante una próspera carrera como solista) contrasta con las melodías de cóctel del crooner Sergio Pángaro, que se destaca con "Lluvia dorada", una de las piezas que mejor narra la escena platense de esos años.

 Con "Sexo camaleón", Juan Pablo Bochatón, por esos años al frente de los interesantes Neuronantes, rinde homenaje al Palo Pandolfo más retorcido. Hoy, el "otro Bochatón" lidera los destinos de su nueva banda: Pánico Macho.

Las guitarras hendrixianas de 40 Escalones; el pop "exótico" de Paladines (la banda de Alfredo Calvelo); la poesía descarnada de Zani, cantante de Flores Subterráneas (que el año pasado tuvieron un ¿fugaz? reencuentro); y el pop-rock festivo de Pechito Gambeta (que aún siguen en el ruedo) completan el álbum.

• Víctimas del Baile
• Mister America
• Las Canoplas
• Siempre Lucrecia
• Sergio Pángaro
• Neuronantes
• 40 Escalones
• Paladines
• Flores Subterráneas
• Pechito Gambeta

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